viernes, 11 de septiembre de 2009

Un famoso 11 de septiembre:


Un día como hoy hace 36 años, nuestro país, Chile, sufría un atentado sin precedentes contra uno de los emblemas de nuestra nación, la moneda. Este ataque marcaría una transformación en la manera de gobernar al país. De ser un país democráticamente socialista, con vocación social, sindical, obrera; pasaría a ser un gobierno autoritario, represivo, e instaurador de uno de los modelos más voraces que puede tener la economía de un país, el neoliberalismo.
Esta irrupción por parte de los militares contra el gobierno de turno, provocó no sólo cambios en lo económico, sino también en lo social, causando una división del país en 2 polos políticos férreos, que hasta el día de hoy no han sido capaces de conciliarse ni siquiera en pro de un mejor país.
Por un lado se expresa la necesidad de terminar con un gobierno ineficiente, que a pesar de sus buenas intenciones, sólo causó una crisis ya sea en el ámbito económico y/o social. Por otro lado, se presentan las posiciones contrarias al régimen, un régimen que logró una mejora económica y cierto orden social fundamentado eso sí, en el temor, el asesinato, la represión y la tortura hacia con la gente que pensaba distinto, aunque también.


A 36 años de ocurrido tal hecho que cambiaría toda una historia institucional e histórica de nuestro país; creo que ya es hora de demostrar una madurez nacional y ser capaces NO de olvidar (ya que sería una falta de respeto para todas las personas que vivieron el régimen y que lucharon para que muchos chilenos tengan la paz y prosperidad que hoy se tiene) pero sí de conciliar posiciones y mirar hacia adelante.
Esto último se ve muy difícil cuando los propios partidos políticos se encargan todos los días del año de recordar lo sucedido con el fin de atacar al otro, de obtener cargos senatoriales, presidenciales o alcaldicios y no de aprender de los errores y hacer crecer al país. De hecho es irónico escuchar a políticos, que se han ganado su lugar atacando al otro, hablar de que los muchachos que salen a delinquir en los 11 de septiembre no tienen idea del motivo de lo que están haciendo; cuando son ellos mismos los que alimentan el odio y aumentan la herida que intenta cerrarse.
Para terminar; espero que por medio de esta opinión, seamos capaces todos de respetar y saber recordar a los mártires de la libertad, pero a su vez no lucremos políticamente y públicamente con sus imágenes y aquella época tan dura para nuestro país; ya que no estaremos haciendo otra cosa que seguir abriendo una herida (que como anteriormente dije, intenta cerrarse) la que va a impedir que nos unamos y miremos hacia adelante, no como derecha e izquierda, sino que como una nación que busca la conciliación y el desarrollo nacional.
Es importante recordar, que las grandes potencias: Alemania, España, Italia; potencias que han sufrido mucho más que nosotros en cuanto a regímenes totalitarios, han sabido surgir y desarrollarse como potencia que son ahora, recordando el pasado, y utilizando este mismo para aprender de aquellos errores, y no caer de nuevo.
El día que murió Pinochet, alguien dijo que ahora muerto el referente de la época, se podría lograr la conciliación y la unidad; esperemos que esos dichos se concreten y no hayan sido parte de una de las tantas mentiras para ganarse un voto más.