viernes, 1 de octubre de 2010

¿Taquilla = excelencia? ¿popularidad = calidad?


Viendo la televisión mientras se premiaba a la escritora Isabel Allende con el premio nacional de escritura, trataba de encontrar argumentos y empatía con quienes la apoyaban y salían en la prensa alabándola. Mientras me acordaba que estaba Rivera Letelier y Skármeta entre los candidatos, escuchaba que se señalaba como uno de los grandes argumentos: “sus libros son éxitos de ventas” “sus libros son taquilla en estados unidos”; como si la taquilla y las ventas midieran la calidad de un libro u otra expresión de arte.
Que quede claro que no se busca cuestionar el triunfo de Isabel Allende, que a mi parecer se le debió entregar a Antonio Skármeta, no solo por su gran calidad como escritor, sino que por la activa participación y aporte que ha hecho no solo a la escritura, sino que a la cultura en general desde variados puntos de vista, incluso desde la televisión, pudiendo a través del “show de los libros” acercar la cultura a la gente y demostrar que se puede hacer cultura de forma entretenida y atractiva; sino que esta columna tiene por motivo analizar si la taquilla es sinónimo de calidad.

Es cierto que en variados aspectos, el hecho de que “algo” (ya sea un libro, una película, una obra, o cualquier manifestación) sea taquillero, lo relacionamos a que es bueno; ya sea porque la lógica nos dice que mientras más gente se adhiere, es porque hay un reconocimiento a la calidad del trabajo (ya que si hay algo que es del gusto objetivo es la calidad), ya que si fuera malo, tendría una crítica que nos motivaría a no adherirnos, además del boca a boca que nos recomendaría no gasta nuestro dinero en aquella manifestación. Por otro lado; se me viene a la mente múltiples acciones que fueron exitosas, pero que no llenaron el paladar de los expertos, atribuyendo su éxito a la campaña publicitaria o a la masa de gente a la que estaba dirigida, por ejemplo: si siendo extranjero y reconocido director realizo una película sobre alguna zona de Chile o su gente, obviamente atraeré al país completo, los que tendrán las ganas de verse y observar lo que se ha plasmado de ello, pero… ¿eso basta para que sea buena?; si realizó una película con el impacto mediático que tuvo “La Última Tentación de Cristo”, que generó discusión tanto en la iglesia como en la sociedad y fue por ésta polémica que llenó las salas de cine… ¿fue de tal calidad proporcional, como se intenta señalar?. Avatar, por ejemplo, fue éxito de taquilla: pero ¿Quién ganó el Oscar a mejor película y mejor director? –aclárese que no estoy diciendo que avatar sea mala, solo señalo que la taquilla no va de la mano de la calidad de forma directa, es decir, que la película que más gente va a ver, no será la que necesariamente sea la mejor; y es por esto que estaría bueno que no nos dejemos influenciar por estos índices superficiales y banales de calidad, ya que lo único que hacen es desvirtuar la opinión pública y sobre valorar y subvalorar producciones y creaciones que no lo merecen.

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