sábado, 26 de diciembre de 2009

Nueva disposición a la “Ley de donación de órganos”: ¿Importante paso hacia la donación de órganos o una muestra de populismo con tintes impositivos?


El pasado 24 de diciembre, los residentes de este país tuvieron un gran regalo de navidad por parte del gobierno. No fue una reforma tributaria para que las empresas paguen más y los individuos paguen menos, como se habla por ahí; tampoco es una reforma constitucional para que puedan ser elegidos los intendentes y de esa forma dar mayor autonomía a las regiones; menos aún fue, un proyecto de ley para que el royalty de las mineras se quedara en la región de Antofagasta, para otorgarle mayores recursos, recursos que son más que justificados, y que en su mayoría se van a otras partes del país, dejando un monto ridículo a quien dio a luz a tales recursos; y afortunadamente tampoco fue otra muestra de descaro por parte de los parlamentarios para subirse la dieta parlamentaria; sino que ese regalito consistió en un presente para todos aquellos sentimentales de nuestro país, que vibran con las cadenas nacionales que llevan a cabo los medios de comunicación cuando se trata de “donación de órganos”.
En cuanto a esta ley, mal denominada “Felipe Cruzat”; establece entre sus disposiciones más polémicas, la establecida en su “Artículo 2° bis.- Las personas cuyo estado de salud lo requiera tendrán derecho a ser receptoras de órganos.
Toda persona mayor de dieciocho años será considerada, por el solo ministerio de la ley, donante de sus órganos una vez fallecida, a menos que en vida haya manifestado su voluntad de no serlo en alguna de las formas establecidas en esta ley.”.

Como se puede concluir; el artículo 2° bis.; señala que toda persona mayor a 18 años será automáticamente inscrita como donador de sangre (que irónico que ésta inscripción sea más expedita que la inscripción automática para votar), de manera que quien no desee donar sus órganos deberá expresarlo para poder salir de la base de datos.
Esto significa que ya no podremos disponer libremente de nuestro cuerpo como era antes, y por otro lado; como señala el doctor Ricardo Peña, médico de urgencias y académico de la Escuela de Medicina de la Universidad de Santiago de Chile: "Hacer una ley obligatoria termina absolutamente con la donación de órganos, porque la donación es voluntaria. Pasaría a ser una imposición. Debe seguir siendo un compromiso de las personas, del grupo familiar, pero debe ser una decisión que se tome debidamente informada".
A partir de ésta ley, se puede entender que nuestro cuerpo solo será nuestro desde que nacemos hasta que morimos, y que a partir de tal acontecimiento, nuestro cuerpo pasa a ser un objeto de apropiación fiscal, que puede usar, gozar y disponer a favor de sus intereses. ¿Por qué violentar el dominio histórico que tienen las personas sobre su cuerpo a costa del populismo? Si Chile se dejó influenciar por el Vaticano y la religión católica para abolir la pena de muerte, ¿Por qué ahora violan la “libre voluntad” universal de todo hombre reemplazándola por la “donación universal de órganos”?; y por otro lado, ¿Por qué violar las concepciones religiosas particulares de las personas?
Entiendo que muchos pueden creer que estoy exagerando, y que no se viola la voluntad de forma íntegra, ya que si la persona no quiere donar, simplemente NO DONA; pero es importante que entiendan lo que significa pasar de “libre voluntad universal” a “donación universal de órganos”. Esto va a implicar que la persona por regla general, sea donante, por lo que deberá pedir por favor (en sentido figurado) que se le saque de la lista (un trámite nada agradable cuando hay un ambiente condicionado); además, Hasta antes de la nueva ley, a uno se le preguntaba si quería o no ser donante, pregunta que no se realizaba siempre. Ahora, post-nueva ley, uno deberá no solo pedir que se le saque de la lista, sino que además; será susceptible y víctima de la mentalidad cerrada del chileno, quien lo apuntara con el dedo y podría incluso criticarlo (cosa perfectamente probable por como los medios de comunicación han polarizado el tema, no dando espacios a negativas)
En el mismo sentido, me parece que hay una precipitación en cuanto a la generación de la ley; ya que se preocupan de darle una señal errónea a la población de que ahora, como todos son donantes habrán más donaciones y todos vivirán sanos y felices; algo un poco utópico. Por otra parte, la ley debería en vez de imponer posiciones, que son de bastante discusión, de forma obligatoria; debería preocuparse de regular ciertos elementos que parecieran ocultos para la mayoría. Por ejemplo: los televidentes que hemos visto las noticias relacionadas a donaciones de órganos, nos hemos dado cuenta que de forma usual, ante una situación de urgencia, más que apelar a un donante que sane a la persona, se espera por parte de los médicos algún donante que por lo menos permita alargar la vida de ésta; ¿a eso le llaman donación de órganos? ¿acaso los órganos más que salvar vidas, son un medio de transición? ¿Qué ocurriría si la persona número 1 de la lista necesita ese transplante solo para alargar su vida, y la persona que ocupa el casillero 20 de la lista es 100% compatible? ¿A quién se le dará el órgano? ¿Está regulado por ley?. En el mismo ámbito; si bien se regula la privacidad de los donantes, ¿Por qué nos enteramos constantemente por televisión de las personas que han muerto y que han dicho que no a la donación? Esto ocurrió justamente en el caso del niño símbolo de la ley, el pequeño Cruzat; quién aproximadamente en los primeros meses del año cuando su situación se agravaba, se dio a conocer nombre y apellido de una familia que en el sur del país había dicho que no a la donación de órganos ¿Es justo para la familia que ha perdido un familiar, un hijo, un padre, una madre; que se les apunte, y se les catalogue frente a todo Chile como quienes le “negaron la vida a un niño”?
No se puede competir contra los medios de comunicación; más aún cuando éstos no entienden justificaciones, sino que solo buscan que digan que SI. Y finalmente, si hace 3 años que escuchamos que hay que reformar la ley de donación de órganos ¿Por qué el gobierno o la corporación de órganos, no educa, no enseña, no promueve públicamente la donación de órganos? Pienso que es importante que sepan que en estas reformas, se indicó en el artículo 14° bis “El Ministerio de Salud deberá implementar, anualmente, una campaña de promoción y difusión por televisión, radio y medios escritos, de los beneficios que genera la donación de órganos con fines de trasplante. El contenido de los elementos promocionales e informativos deberá ser explicito en señalar los objetivos establecidos en esta ley y sus efectos.” Esta disposición no se aprobó, ya que involucraba un gasto fiscal por parte del ejecutivo, temas que son propios de leyes orgánicas constitucionales. Por lo que vemos, no hay problema en imponerse a la gente, pero si hay dificultades en promover la enseñanza y la donación de órganos.
Por último quiero dejar en claro que no estoy en contra de la donación de órganos, de hecho lo soy; pero creo que todas las reformas deben realizarse respetando al de al lado (“la libertad de uno termina donde comienza la libertad del otro”). Pienso que en vez de que el estado (órgano creado por nosotros para nuestra seguridad) nos imponga decisiones propias de nuestra libertad de conciencia (esta reforma me recuerda a la obligatoriedad de religión, donde quién no fuera católico apostólico romano, debía quedarse calladito en su casa rezando); debería preocuparse de regular otras cosas, promover la educación; y darle seguridad no solo a los donantes, sino que también a toda familia que sufra la pérdida de un ser querido en período de atosigamiento de la prensa por encontrar donante.
Ojala que se den cuenta del error que han cometido; la donación de órganos es propia del acto de solidaridad, de bondad, de empatía con nuestros semejantes: por lo tanto no debe ser forzada. Como dice el doctor Peña, una ley obligatoria es terminar con la donación de órganos.

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