domingo, 10 de enero de 2010

Eutanasia: ¿Ética, religión o respeto a la persona humana?


Durante años, este tema ha sido tocado, analizado, discutido, y hasta estos días; no se ha podido llegar a un consenso sobre la eutanasia –de los griegos: eu ‘bueno’ y thanatos ‘muerte’- o buena muerte, como se plantea para condicionar la recepción de quienes no están informados.
La eutanasia consiste en simples palabras, en facilitar o facilitarle a un paciente con riesgo vital, con dolores que nunca podrá superar, o simplemente por petición de éste, ya sea porque se siente inútil ante todas sus incapacidades u otras razones propias de una mente humana; los medios para que pueda terminar con su dolor, en consecuencia, con su vida.

Esto ha provocado una fuerte discusión en torno a si es posible dejar en manos del paciente tal decisión, ya que para muchos, la situación termina sobrepasando al paciente, lo que puede condicionar su decisión final. Por otro lado, la eutanasia en la mayoría de las partes, no está regulado, por lo que se entiende como una forma de homicidio; esto causa que los seres queridos o médicos que colaboran en la consecución de los fines deseados por el paciente, terminen siendo apresados y condenados, por homicidio, cómplice y derivados.

Para una mayor comprensión, es bueno entender los múltiples conceptos y medios de llegar al fin último: Poner Término al Dolor.
1. Eutanasia directa: adelantar el momento de la muerte en caso de enfermedad incurable
• Eutanasia activa: Consiste en provocar una muerte indolora a petición del afectado cuando éste es víctima de enfermedades incurables, progresivas y/o invalidantes
• Eutanasia pasiva: consistente en una muerte por omisión, dejar de otorgar los medicamentos que le mantienen con vida
2. Eutanasia indirecta: efectuar procedimientos que entre sus efectos secundarios esté la muerte. Ej: sobredosis de analgésicos, morfina, etc.
3. Suicidio asistido: proporcionar (con conocimiento de lo que significa) a la víctima, los medios necesarios para suicidarse
4. Cacotanasia: eutanasia realizada sin el consentimiento de la víctima. En este caso, claramente estaríamos frente a un asesinato
5. Ortotanasia: consiste en dejar morir a la persona, sin emplear medios extras para mantenerlo con vida. En estados unidos, ésta puede ser pedida en caso de agravamiento, por medio de la firma de un protocolo
6. Distanasia: consistente en lo contrario a la ortonasia, ya que en este caso, se emplean todos los medios necesarios y extraordinarios, con seguridad o no, para evitar que muera

Como se puede ver, los conceptos que causan más revuelo vienen siendo la eutanasia directa, activa, pasiva, indirecta y el suicidio asistido.

Entre los argumentos que podemos encontrar a favor de la eutanasia, encontramos la concepción hoy en día de autonomía del paciente, lo que permite que éste, bajo un conocimiento claro de lo que está sucediendo, pueda tomar sus propias decisiones; en esta misma línea, se orienta el famoso “consentimiento informado”, el que consiste en que el paciente, haciendo uso de su autonomía y capacidad de decisión pueda dejar claro su decisión en caso de concretarse ciertas circunstancias. Además, siempre ha habido médicos consientes que por medio de la eutanasia pasiva, en el mayor de los casos, logran cumplir la voluntad de su paciente. Tal como existen médicos que están dispuestos a ayudar morir dignamente a su paciente, encontramos aquellos médicos que por sobre la “libre voluntad” de un ser humano, anteponen sus creencias religiosas, e impiden tal decisión. ¿Qué no entienden que quien sufre, quien está muerto, quien no podrá seguir con su vida dignamente, no son ellos? ¿Por qué se resisten a colaborar, si ellos al día siguiente caminarán, seguirán con una vida feliz y normal, colaboren o no? ¿Por qué amargarles la existencia? No lo entiendo, creo que es parte del egoísmo del ser humano, el que se ve sesgado cuando se ampara bajo un credo, superstición o cosa irracional parecida.

Por otro lado, entre los argumentos que se esgrimen en contra de la eutanasia, destacan; (como ya dijimos) el hecho de que el paciente esté condicionado de mala manera a la situación vivida, lo que señalaría una decisión y un deseo viciado por el contexto en el que se enmarcaría. A este argumento se le puede oponer el hecho de que hoy en día no hay una regulación que regule este tipo de cosas, ligadas preferentemente a la condición mental del paciente; hecho que por medio de una buena regulación, quedaría zanjado, y no daría a lugar tal defensa.

En otra vertiente de la misma posición, la postura de quienes son los que más relación con el paciente tienen, los médicos, quienes señalan que por ética no pueden matar ni colaborar en la muerte de un paciente, de hecho se habla de que tales acciones irían en contra del juramento hipocrático (de Hipócrates o hipócrita). Que irónico, que sea Hipócrates quien prohíba a los médicos la eutanasia activa y la ayuda para cometer suicidio, entre otras cosas; más aún cuando Hipócrates era una vil excepción dentro de la normalidad, y el estándar de Grecia “Una mala vida no era digna de ser vivida”, por lo tanto, ¿No es un poco inconsecuente que los médicos basen su decisión unilateral de no cumplir la voluntad de su paciente, en un juramento de un personaje que fue una excepción dentro del mundo médico griego, o mejor aún, que se basen en una subjetividad ajena a la objetividad de la época?

En un sentido más doctrinario, los argumentos, en su totalidad, se refieren a problemáticas reñidas con la moral. Por un lado; varios religiosos sienten que dar vida y poner fin a aquella, es propio de la divinidad, eso quiere decir que: ¿Se basan en un ente que varios colocan en duda y cuestionan, para violar la libre voluntad de todo ser humano, más aún en cuanto a decidir hasta cuándo vivir? ¿Quién más que no fuera la propia víctima debería tomar la decisión, en caso de no existencia de tal deseo a familiares? ¿Dios? Si los religiosos, particularmente católicos, evangélicos y pentecostales se basan en la moralidad, la que por deducción, para ellos viene de Dios, yo podría apelar a mi concepción particular para exigirlo ¿Tendría derecho yo, con una filosofía y credo distinto, exigir la eutanasia? ¿Qué ocurre si apelo a las concepciones filosóficas del pasado que señalaban que ante una vida inútil, improductiva, indigna… era mejor el suicidio? Ej. Los griegos (una mala vida, no es digna de ser vivida), los Estoicos (señalaban que si la naturaleza te muestra una enfermedad incurable que te quiere sacar del camino, tu deber es el suicidio), entre otros. ¿Pueden ser tan burdos para querer entrometerse dentro de mi credo y filosofía? ¿Y la libertad de culto?

Si bien, las últimas afirmaciones pueden sonar un poco exageradas para el tema y lo que se discute, pienso que es necesaria una legislación sobre este tema, que permita a personas que de verdad estén mal, que no puedan vivir cómodamente, y que estén en situaciones parecidas; saber que está en sus manos la posibilidad de acabar con su dolor. Nadie está propiciando una masacre de enfermos, sino que una herramienta válida para que estas personas puedan finalizar con su dolor; y de paso se liberen de toda responsabilidad, a las personas que por apelar a su amor humano, por dejar de ver sufrir a su familiar o símil, le colaboran en su último deseo.

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