jueves, 21 de enero de 2010

La “objetividad” Subjetiva de la Cultura


En el día de ayer, mientras escribía otro comentario qué publicar, recibía la información de que la película nacional “Dawson: Isla 10” no alcanzaba a pasar la preselección de los Oscar para mejor película extranjera. Esto, sumado a la gran cantidad de reconocimientos y premios ganados por “La Nana”, y por ende, la polémica creada alrededor de cuál de las dos debió verdaderamente ser elegida; me hizo pensar en cómo la esencia de la cultura se daña a sí misma.

Esta esencia que nos dice que la cultura es una forma de expresarse, ya sea por medio de movimientos, gestos, palabras, sonidos y otros; esta esencia que nos dice y nos enseña que nada, por más extraño, extravagante e incomprensible que sea puede desvalorizarse y subestimarse; esta esencia cultural que nos señala que cada uno tiene su propia forma de emitir y expresar la cultura, y que así mismo, cada uno tiene su propia forma de interpretar y recibir la cultura.

Es aquí el gran problema de la cultura, correspondiente a la libertad y la gran amplitud de criterios en cuanto a lo bueno, bonito, lo malo y lo feo. Lo que para un niño son rayas sin sentidos, propio de un pequeño de 5 años, para un adulto puede ser un emblema del arte abstracto, por otro lado, lo que para un niño sería bellísimo, como una casa en un lindo jardín; un crítico por su parte no lo encontraría así. Esto nos indica la facilidad que existe para que no hayan criterios unívocos en cuanto a la cultura, más aún para algo tan importante como la designación de un representante en los premios “Oscar”.

Por una parte, tenemos una película que trata de la vida de una típica y fiel representante de una de las labores más comunes y exigentes que hay en nuestro país, la de ser empleada del hogar, y más aún cuando se es puertas adentro. Además nos encontramos que no sólo es fiel representante de las empleadas de nuestro país, sino que también de gran parte del mundo.
Siguiendo con la misma película, nos encontramos con un reconocimiento, no sólo nacional, sino que también internacional a la actuación de Catalina Saavedra, actriz que interpreta a “La Nana”.

Por su parte; “Dawson: Isla 10”, nos presenta como atractivo, la presencia de actores connotados, siendo liderados por el conocido Benjamín Vicuña, y bajo la dirección de un director experto en presencias en “Oscares”, justamente en la categoría de mejor película extranjera, como lo es el Chileno Miguel Littín, con películas como “Actas de Marusia” de 1975 y “Alsino y el Cóndor” de 1982.
Lo anterior, sumado a la contextualización y al libro del cuál ha sido basada su historia (libro escrito por el conocido político y actual ministro de obras públicas: Sergio Bitar), nos muestra una tendencia bastante viciosa; el vicio de seleccionar películas que hablen de la dictadura, ya fue en su momento “Machuca”, obteniendo los mismos resultados; y hoy le ha tocado a “Dawson: Isla 10”.

Si bien los críticos se dividen (aunque mayoritariamente se inclinan por “La Nana”) en cuanto a qué película debió ser la elegida; espero que se haga un fuerte Mea Culpa entre los miembros de la comisión designadora, ya que por si sus integrantes no lo sabían, el hecho de tener una película dirigida por un experto en “Oscares”, protagonizada por un reconocido actor nacional y el hecho de estar basada en una realidad dolorosa y divisora de nuestro país; NO ASEGURA UNA SELECCIÓN AL OSCAR.

Si bien no podemos condicionar la excelencia a los resultados, ya que muchas veces las películas más reconocidas no reflejan su verdadero valor, es bueno señalar que Chile se perdió una gran oportunidad, y que a partir de esto, se deberían detener a mirarse y concluir ¡¿Qué pasó?!

“La Nana”; no estaba dirigida por un afamado y experimentado director nacional, sino que por uno joven y vanguardista; no estaba protagonizada por un Galán de teleserie y series de televisión, sino que por “La Nana de los Venegas”, y lamentablemente para nuestro querida nación, no estaba contextualizada en la dictadura. Qué lamentable que se haya quedado fuera, una película que a simple vista no era atractiva, pero que una vez vista y analizada, parece ser (según medios nacionales, y críticos internacionales) la mejor película Chilena del Año.

Que a los alemanes con sus películas sobre la segunda guerra mundial y el régimen Nazi, les resulte y ganen múltiples premios internacionales; no significa que nosotros obtendremos los mismos resultados contando nuestra historia de la dictadura.

“Dejemos de utilizar la dictadura con fines políticos y “culturales”, y aboquémonos a cuidar las cicatrices y seguir con nuestra vida”

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