sábado, 23 de enero de 2010

Exteriorización deliberada de la vida personal


Pensando en qué temática escribir, o sobre qué realidad o acontecimiento transmitir mis comentarios, alabanzas o aprensiones; miro mi Messenger (msn) y veo cómo varios de mis “contactos” colocan a pito de nada comentarios, sentimientos y otros, de forma pública; como si fuera su única forma de expresión, y no tuvieran a quién expresárselos.

A esta exacerbada y deliberada exteriorización del fuero interno de las personas, hay que sumarle el hecho de cómo la globalización, a través de sus herramientas, facilita y acentúa esta posición. Lo anterior se ve reflejado en ciertas personas, a las que la tecnología causa una modificación en su vida; cambiando la vida civil, nómade y cotidiana, por la vida cibernética, sedentaria y computarizada; vida que muchos individuos prefieren y a la que cada vez se le suman más herramientas para aumentar sus adeptos, como lo es el facebook, el twitter, el Messenger, incluso el propio blog, entre otros.

Si bien en mi caso, puede parecer inconsecuente, ya que ésto mismo, lo estoy manifestando a través de un blog. Encuentro que éste es un buen medio de canalizar y publicar pensamientos, críticas y aprensiones que podamos tener sobre ciertas cosas, ideas, actitudes, sometimientos de la vida diaria, entre otras. Mientras que por otra parte, el facebook, no hace otra cosa que ser un medio para la excesiva publicidad y exteriorización de actos, imágenes y otros elementos que son propios del fuero interno del individuo; y que deberían quedarse dentro de la privacidad de todo individuo.

Siguiendo en la misma temática; nos encontramos que la corriente filosófica del personalismo nos señala en uno de sus puntos: “… la vida personal está ligada por naturaleza a un cierto secreto. Las gentes volcadas totalmente al exterior, totalmente expuestas, no tienen secreto, ni densidad, ni fondo…”. Si bien son una mera corriente filosófica, expuesta a más de alguna discrepancia, duda y emplazamiento; no es menos cierto lo que plantean éstos. No podemos negar la importancia de la interioridad del hombre, el resguardo del secreto personal (que solo inmiscuye a la persona y no a otros) y el resguardo de una vida qué conocer.

Esa gratuidad de regalar información privada, no hace otra cosa que regalarse y permitir a cualquier persona, deseada o no, amiga o enemiga; que obtenga cierta información privilegiada de uno sin mayor esfuerzo que conseguirse la aceptación. Finalmente esto termina siendo como la actividad de los medios de farándula, los que una vez que se meten en la intimidad de las celebridades, nunca más salen; y de los que te aseguras que hasta que no formes una familia estable y desapercibida, siempre los tendrás.

¿Cuál es la idea de abrir tanto el fuero interno de uno? ¿Por qué aceptar a que entren a la base de datos de uno, a personas que uno ni conoce, y que muchas veces, ni siquiera ha visto? ¿Tanto son las ansias de sumar y sumar a esa categoría numeral que se denomina “amigos”? ¿No llegan a ser chistosas aquellas personas que tienen miles de amigos, de los cuáles conocen un 5 o 10%? ¿No es un poco penoso, el agregar a gente que uno no conoce ni ha visto, guiados solo por la foto que ven en el perfil? ¿Hasta qué punto regalaremos nuestra información a terceros desconocidos? ¿Tenemos derecho a enojarnos, producto de ciertos comentarios o fotos subidas sin autorización? Ya que éstas pueden ser muy buena onda, y con mucho cariño, pero también encontramos aquellos “amigos de facebook” que solo quieren dañar, y solo buscarán perjudicar o tirar mala onda, a través de esta puerta abierta a su intimidad.
La idea; no es evitar e irse contra el hecho de compartir cosas, intereses, ideas y reflexiones, sino que evitar exteriorizar demasiado la vida de uno, y saber controlar y colocar límites a la información que entra y sale de uno; ya que si bien hoy en día puede ser entretenido y genial, en un futuro puede causar más de un problema, como ya le ha sucedido a bastante gente.

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